El estado confusional agudo o delirium , es una condición seria, común y casi siempre amenazante para la vida del paciente anciano.
Puede ser definido como un síndrome mental orgánico transitorio, caracterizado por un trastorno global de la cognición y la atención, un nivel de conciencia reducido, incremento o reducción de la actividad psicomotora y un desorden en el ciclo sueño-vigilia.Su presentación es aguda, generalmente en la noche y su duración relativamente breve (menos de 1 mes).
Los criterios de la Asociación Americana de Psiquiatría en el Manual de Diagnóstico y Clasificación de Enfermedades Mentales (DSM-IV) se utilizan ampliamente para el reconocimiento del síndrome.
Estos se clasifican en:
A. Desorden de la conciencia con reducida habilidad para mantener la atención.
B. Cambios en la esfera cognitiva (déficit de memoria, desorientación, trastornos del lenguaje).
C. El trastorno se desarrolla en un corto período usualmente horas o días y tiende a fluctuar durante el día con incremento en la noche.
D. Evidencia de una causa orgánica detectada por los antecedentes, el examen físico y los datos de laboratorio.
El Tratamiento no farmacológico, incluye
I) Intervención física:
* Medidas generales.
* Vigilar la hidratación del paciente.
* Nutrición parenteral en caso de déficit vitamínico o de hipoalbuminemia.
* Suplemento de oxígeno en caso de hipoxia secundaria a neumonías o neoplasia pulmonar.
La restricción o contensión física sólo se indicará cuando peligre la vida del paciente, se muestren muy agresivos con familiares y equipo de salud e impidan el manejo terapéutico.
II) Intervención ambiental:
- Habitación iluminada, clara durante el día y con luz en la noche.
- El paciente no debe estar aislado, lejos de la estación de enfermería, sino a la vista.
- No se deberá ubicar en la misma habitación de un paciente delirante.
- Mantener un acompañante permanente.
- Dosificación de estímulos ambientales para el control de los cuadros alucinatorios: alucinaciones visuales: utilizar estímulos visuales; auditivos: emplear sonidos como la música suave.
- Atención y visita del equipo médico con frecuencia y sin apuro.
III) Intervención cognitiva:
Se puede emplear la reorientación verbal en tiempo, espacio, con diversas técnicas como colocar calendarios, repetir al paciente la fecha, la hora y el lugar en que se está.
IV) Intervención psicológica:
Se basa fundamentalmente en el apoyo del equipo de salud y familiares cercanos, con los que el paciente tiene mayor afinidad.
V) Intervención educacional: Dirigida al equipo de asistencia, enfermeras, médicos u otros y familares que atienden a pacientes geriátricos.
Tratamiento farmacológico
Es a lo que se le denomina restricción química y se hace con el objetivo de controlar los síntomas que impliquen peligro para la vida del enfermo.
Se emplean fundamentalmente drogas antipsicóticas y las benzodiacepinas.
El haloperidol, una butirofenona con una marcada acción antipsicótica que actúa específicamente sobre la existencia psicomotora. Se presenta en comprimidos orales de 1,5 mg y de 5 mg y en ampollas de 5 mg para uso intramuscular e intravenosa. La dosis recomendada difiere de acuerdo con la edad; en los adultos jóvenes se utilizan 2 mg oral o parenteral en la agitación ligera,5 mg en la moderada y hasta 10 mg en la severa.
Se deben observar las reacciones secundarias como los trastornos extrapiramidales y la taquicardia ventricular multifocal.
El otro medicamento que se debe emplear es una benzodiacepina como el lorazepam que se emplea en dosis de 0,5 a 2 mg; se repite cada 30 ó 60 min. Se indica en los síndromes de supresión por alcohol, incluso en la encefalopatía hepática o como coadyuvante de la terapia con haloperidol, en casos refractarios.
(FUENTE: Asociación Americana de Psiquiatría. Manual de diagnóstico y clasificación de enfermedades mentales. 4ta. Ed. Washington DC.: Sociedad Americana de Psiquiatría, 1994:129-33.).