Me siguen enseñando...
Son las 8hs de la mañana y me dispongo a preparar los prequirúrgicos del día.
Los lunes, miércoles y viernes tengo entre dos y tres pacientes que preparar para ir a quirófano ya que le realizan a ambos, escarectomías. Comienzo a preparar primero a María y luego a Leonardo, porque están primeros en la lista de cirugía.
Son las 8hs y en forma puntual llega Susana la hija de María con mucho frío desde su casa y con su ayuda comenzamos a lavarle la cabeza y luego el cuerpo a su mamá, después le cambiamos las sábanas y le colocamos el camisolín, las botas y el gorro, y ella, queda de esa manera preparada. Cuando llega el camillero Gastón, pasamos a María a la camilla los tres con mucha suavidad.
Susana arregla un poco la cama cuando su madre se dirige a cirugía.
Cuando vuelve María, la pasamos de la camilla a la cama y le colocamos el camisón. Susana le da la leche y la pone cómoda.
Ella se queda todo el día al lado de su madre.
La verdad es que cada día mi persona se enriquece porque puedo admirar las acciones buenas de las personas y poder así aprender. Estoy siempre mirando a nuestra profesión más allá de una inyección, de un registro, de la colocación de sondas. La profesión me abre el corazón para aprender de todos, familiares, pacientes.
Esta vez Susana, me enseñó a que tengo que seguir cuidando y disfrutando a mis padres, hermanos, amigos.
Con cuántas caricias cuida a su madre. Cuánto protege a su madre de cualquier lastimadura, de cualquier posible escara. Cuánto vale la leche que le da a la mañana, a la tarde y las comidas .Parece algo obvio pero vale.
Soy feliz porque descubro otra mirada a nuestra profesión, porque valoro las personas y los actos valiosos que ellas ejercitan.
Sigo creciendo……… ojalá que entiendan el mensaje y les sirva.
Son las 8hs de la mañana y me dispongo a preparar los prequirúrgicos del día.
Los lunes, miércoles y viernes tengo entre dos y tres pacientes que preparar para ir a quirófano ya que le realizan a ambos, escarectomías. Comienzo a preparar primero a María y luego a Leonardo, porque están primeros en la lista de cirugía.
Son las 8hs y en forma puntual llega Susana la hija de María con mucho frío desde su casa y con su ayuda comenzamos a lavarle la cabeza y luego el cuerpo a su mamá, después le cambiamos las sábanas y le colocamos el camisolín, las botas y el gorro, y ella, queda de esa manera preparada. Cuando llega el camillero Gastón, pasamos a María a la camilla los tres con mucha suavidad.
Susana arregla un poco la cama cuando su madre se dirige a cirugía.
Cuando vuelve María, la pasamos de la camilla a la cama y le colocamos el camisón. Susana le da la leche y la pone cómoda.
Ella se queda todo el día al lado de su madre.
La verdad es que cada día mi persona se enriquece porque puedo admirar las acciones buenas de las personas y poder así aprender. Estoy siempre mirando a nuestra profesión más allá de una inyección, de un registro, de la colocación de sondas. La profesión me abre el corazón para aprender de todos, familiares, pacientes.
Esta vez Susana, me enseñó a que tengo que seguir cuidando y disfrutando a mis padres, hermanos, amigos.
Con cuántas caricias cuida a su madre. Cuánto protege a su madre de cualquier lastimadura, de cualquier posible escara. Cuánto vale la leche que le da a la mañana, a la tarde y las comidas .Parece algo obvio pero vale.
Soy feliz porque descubro otra mirada a nuestra profesión, porque valoro las personas y los actos valiosos que ellas ejercitan.
Sigo creciendo……… ojalá que entiendan el mensaje y les sirva.
Lic. Daniel Nuñez
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