La otitis externa maligna es una infección que involucra al hueso temporal y tejidos adyacentes, siendo una complicación relativamente rara de una otitis externa.
Ocurre principalmente en personas con inmunodeficiencias, diabéticas (en especial insulinodependientes), añosas, trauma iatrogénicos del canal auditivo externo, ateroesclerosis, corticoideoterapia, etc.
El patógeno mas frecuentemente involucrado es Pseudomona aeruginosa. Clásicamente se presenta con granulaciones en el Canal Auditivo Externo, especialmente en la unión de cartílago con hueso, cuando compromete nervio facial y otros pares craneales, indica peor pronostico, siendo las complicaciones endocraneanas las causas de muerte.
El diagnostico requiere una adecuada anamnesis, cultivo de las secreciones oticas y examinación de las granulaciones.
Los pacientes presentan otalgia en mas del 90 % de los casos, siendo el síntoma inicial mas común.La otorrea, generalmente fétida, se asocia al dolor en el 45 a 100 % de los casos.
Es muy frecuente encontrar en estos pacientes hiperglucemia y una disminución de la tolerancia a la glucosa, acompañada casi siempre por un aumento en la velocidad de eritrosedimentación, este último es al hallazgo mas frecuente.
Los estudios por imágenes incluyen TAC, Tc 99, Ga 67.
El tratamiento consiste en corregir dentro de lo posible el estado de inmunosupresion, controlar la diabetes, tratamiento local, ATB sistémicos, y en algunos pacientes, cirugía.
Las personas con riesgo de esta complicación, deben ser educados en la manipulación del Canal auditivo externo (evitar cotones y lavajes) y minimizar el contacto con agua en los oídos.
Presenta una mortalidad elevada, de 20 % cuando no existe afectación de pares craneales, trepando al 50 % si presenta parálisis facial y 60 al 80 % cuando otros pares craneales están afectados.
Tratamiento Local:
— Limpieza.
— Aspiración.
— Debridamiento.
—Gotas óticas con ciprofloxacina: Aunque el uso de agentes antimicrobianos en forma tópica es algo controversial, dado que los antibióticos administrados dentro del conducto auditivo externo producirían una variación de la flora bacteriana. Este tratamiento local debe realizarse en forma diaria bajo control otomicroscópico, liberando el CAE de granulaciones, tejido necrótico y secuestros óseos, pudiéndose utilizar la crioterapia para el tratamiento de las granulaciones.La acidificación del medio, con ácido bórico y jugo de limón, en forma diaria, brindan excelentes resultados en la mayoría de los casos.
Tratamiento quirúrgico: A diferencia de las décadas anteriores, actualmente la cirugía solo cumple un rol complementario.La cirugía puede consistir en una mastoidectomia definitiva con timpanoplastìa de ser necesaria.
Tratamiento adyuvante: Oxígeno terapia hiperbárica (OHB).
Fuente bibliográfica:
MORELLI, Sebastián: Otorrinolaringología del Hospital Rivadavia, Facultad de Medicina, UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
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